La catedral del mar
Con “La catedral del mar” comienzo mis críticas literarias a las diversas publicaciones que vayan cayendo en mis manos y que crea que merezcan la pena comentar.
Ya os advierto que no soy para nada un literato, ni me considero una persona culta en cuanto a lecturas. Casi siempre compro libros “comerciales” por lo que no esperéis los comentarios de un Cervantes. Tened piedad.
Tras esta pequeña introducción paso a desgranar mínimamente el libro en cuestión:
En cuanto a lectura se puede decir que es de fácil comprensión, ágil, y adictivo hasta cierto punto.
Las comparaciones son odiosas. Que nadie piense que va a encontrar una obra maestra y ni mucho menos un cierto parecido a “Los pilares de la tierra” de Ken Follet como nos han intentado vender. Este último es un libro maravilloso, complejo donde los haya y verdaderamente adictivo o sea, para mi humilde persona, una obra maestra.
En cambio, en “La catedral del mar” los problemas comienzan en cuanto ves que el rigor histórico es prácticamente nulo dado que pasa olímpicamente de la Corona de Aragón y nos hace creer en unos supuestos “Países Catalanes”. Estos condados, que no países, sí es cierto que eran independientes entre sí pero respondían ante la Corona de Aragón, cosa que en el libro ni se menciona. Hay otros errores históricos que, más que errores, son datos que han creado los nacionalismos actuales para justificar un derecho a la independencia cultural, política y social basándose en un supuesto pasado tergiversado con el único fin de acaparar más poder a costa del ciudadano.
En definitiva, el único parecido entre estos dos libros es que la trama se basa en la construcción de una catedral y ya está.
Tras esta disertación quiero romper una lanza por el autor, Ildefonso Falcones, que ha sabido ofrecer al lector un libro entretenido, con una buena caracterización de los personajes y de la realidad social del momento (siglo XIV) tanto de las clases bajas como las altas. Todo esto sin aportar nada nuevo ni original. Te da la sensación de que esta historia ya la has leído con otros personajes y otras situaciones históricas.
El libro está lleno de trucos para enganchar, lo que consigue de manera muy eficiente.
Es un best seller logrado de manera muy merecida. Sigue las pautas de todo éxito de ventas que se precie: entretenimiento, lenguaje sencillo, tramas no demasiado complejas, amor, honestidad, aventuras, tragedia y final feliz (o casi). Es en general como todos los best sellers: no son grandes libros, ni pasarán a la historia de la literatura, pero por lo menos consiguen que las editoriales ganen dinero y puedan continuar sacando a la luz a nuevos autores, dándoles una oportunidad de triunfar o por lo menos de ver su obra publicada. Además, los escritores también tienen derecho a vivir de su obra como cualquier hijo de vecino.
En definitiva, un buen libro para pasar el rato, terminarlo y ponerlo en la estantería para que haga bulto con otras obras prescindibles pero al mismo tiempo divertidas como “El Código da Vinci”.
Valoración personal sobre 10: 6.
Ya os advierto que no soy para nada un literato, ni me considero una persona culta en cuanto a lecturas. Casi siempre compro libros “comerciales” por lo que no esperéis los comentarios de un Cervantes. Tened piedad.
Tras esta pequeña introducción paso a desgranar mínimamente el libro en cuestión:
En cuanto a lectura se puede decir que es de fácil comprensión, ágil, y adictivo hasta cierto punto.
Las comparaciones son odiosas. Que nadie piense que va a encontrar una obra maestra y ni mucho menos un cierto parecido a “Los pilares de la tierra” de Ken Follet como nos han intentado vender. Este último es un libro maravilloso, complejo donde los haya y verdaderamente adictivo o sea, para mi humilde persona, una obra maestra.
En cambio, en “La catedral del mar” los problemas comienzan en cuanto ves que el rigor histórico es prácticamente nulo dado que pasa olímpicamente de la Corona de Aragón y nos hace creer en unos supuestos “Países Catalanes”. Estos condados, que no países, sí es cierto que eran independientes entre sí pero respondían ante la Corona de Aragón, cosa que en el libro ni se menciona. Hay otros errores históricos que, más que errores, son datos que han creado los nacionalismos actuales para justificar un derecho a la independencia cultural, política y social basándose en un supuesto pasado tergiversado con el único fin de acaparar más poder a costa del ciudadano.
En definitiva, el único parecido entre estos dos libros es que la trama se basa en la construcción de una catedral y ya está.
Tras esta disertación quiero romper una lanza por el autor, Ildefonso Falcones, que ha sabido ofrecer al lector un libro entretenido, con una buena caracterización de los personajes y de la realidad social del momento (siglo XIV) tanto de las clases bajas como las altas. Todo esto sin aportar nada nuevo ni original. Te da la sensación de que esta historia ya la has leído con otros personajes y otras situaciones históricas.
El libro está lleno de trucos para enganchar, lo que consigue de manera muy eficiente.
Es un best seller logrado de manera muy merecida. Sigue las pautas de todo éxito de ventas que se precie: entretenimiento, lenguaje sencillo, tramas no demasiado complejas, amor, honestidad, aventuras, tragedia y final feliz (o casi). Es en general como todos los best sellers: no son grandes libros, ni pasarán a la historia de la literatura, pero por lo menos consiguen que las editoriales ganen dinero y puedan continuar sacando a la luz a nuevos autores, dándoles una oportunidad de triunfar o por lo menos de ver su obra publicada. Además, los escritores también tienen derecho a vivir de su obra como cualquier hijo de vecino.
En definitiva, un buen libro para pasar el rato, terminarlo y ponerlo en la estantería para que haga bulto con otras obras prescindibles pero al mismo tiempo divertidas como “El Código da Vinci”.
Valoración personal sobre 10: 6.
Lo mejor: Su adicción y los “Via fora” (para mí los mejores momentos del libro)
Lo peor: Su escaso rigor histórico.
Lo peor: Su escaso rigor histórico.
3 comentarios:
Yo si que no soy un literato, pero además de los errores históricos, hay un error (salvo que sea yo el que lo esté cometiendo) en la propia historia. En la pagina 193, Joan presencia las acusaciones a Arnau sobre un robo de dinero en la caja de los baxtaix, incluso se pone de puntillas. Sin embargo, Joan antes estaba haciéndose pasar por Arnau en la carreta donde está Bernat ahorcado, y en la página 201-202 una mujer se lleva a Joan de la carreta a la casa de Pere y Mariona, donde se queda dormido cuando finalmente llega Arnau. Un saludo.
Mira por donde, hay otra persona que cree que la novela se lía en esa parte del libro. Cuando leí la ejecución de Bernat, y Arnau y Joan intercambiaron sus nombres la historia pasó por unos momentos confusos que achaqué a mi corto entendimiento pero ahora, al leer tu comentario, me doy cuenta que probablemente haya errores en el libro en cuanto a poner uno u otro nombre. No sé si es achacable al escritor o a la editorial por lo que quizás necesite de una segunda lectura por si me estoy equivocando. De todos modos, esa segunda lectura creo que tardará tiempo en efectuarse dado que hay muchos otros libros que quiero leer antes que repetir lectura.
Gracias Ricardo por tu comentario.
-Como puedes decir que pasa olimpicamente de la corona de Aragón, cuando el rey al que pagan impuestos y al que siguen a la gerra cada vez que los llaman (por ejemplo cuando Arnau se pelea con aquel soldado al que le pega una paliza y el escudero real, creo, lo recluta para su ejército, fué cuando iban a Rosellón persiguiendo al rey de mallorca Jaime III), es el rey es Pedro IV de Aragón, el ceremonioso, II de Valencia y de Ampurias y III de Barcelona, que en esa guerra había conquistado Malloca y después Rosellón y la Cerdanya. Yo creo que va implícito en su nombre, aunque no lo señale expresamente.
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