La polémica del huso horario gallego

Es increíble lo pasionales que llegamos a ser en este país. En cuanto sale a la luz una noticia original y polémica a la vez, todos nos echamos de cabeza a ponernos a parir unos a otros por pensar de diferente manera.

Claro está que si el ciudadano de calle es así imaginaos los políticos. Son unos especimenes tan apasionados que si aplicaran su verborrea a su vida conyugal no habría toro de Osborne que los aplacara. El problema es que, como siempre, se dedican a perder el tiempo en esta clase de polémicas eliminando de raíz su posible lógica para convertirla en guerra de partidos políticos defendiendo lo contrario que el enemigo.

El primer problema de esta propuesta radica en su origen: la Asamblea del Bloque Nacionalista Galego (BNG). Ya desde ciertos núcleos todo lo que salga de ahí es malo para la unidad de España e innecesario para Galicia, y si encima te salen con una propuesta que nadie esperaba pues que comience el espectáculo.

La idea, ni mucho menos original, salió de un militante orensano como otra de tantas enmiendas en dicha Asamblea. Lo mejor del asunto, o lo peor, es que lo único que ha trascendido de la reunión del BNG es esta propuesta y ninguna otra. Puede ser culpa de la prensa por no informar más, o del ciudadano que sólo quiere noticias sensacionalistas y así se le ofrecen, o también posiblemente de la falta de ideas de este partido que, como todos los demás, despierta dudas en el votante medio sobre la capacidad de los políticos de solventar problemas verdaderamente importantes.

Dicho esto, y volviendo al tema con el que comencé, personalmente creo que podría ser viable hasta cierto punto. En cuanto a ahorro energético está probado que sí lo habría. También es cierto que en Galicia amanece mucho más tarde que en Barcelona y el huso horario debería ser el de Portugal que por algo lo tiene hecho así. Pero también hay que decir que quien debería cambiar la hora sería toda España dado que el meridiano de Greenwich pasa por la mitad de la Península Ibérica y aún así estamos una hora por delante por razones de unificación horaria con Europa (horario idéntico que Berlín, París o Praga). Los beneficios para la mayoría de los españoles serían conseguir una vida basada en el horario solar y no en horarios decididos en despachos. En definitiva, una idea interesante pero ni mucho menos imprescindible.

No sé si esta propuesta llegará a buen puerto pero el debate en la calle está servido. Este fin de semana estuve en Galicia, mi tierra, y oí de todo. Según le llueva a cada uno así te contesta. El nacionalista porque así se diferenciaría del español, el no nacionalista temiendo por la unidad de España, el imparcial aportando datos lógicos, el flipado buscando conspiraciones por todos lados y un servidor con la desagradable sensación de que los políticos hacen de nosotros lo que quieren. Nos enfrentan y nos utilizan para tapar otras cuestiones. ¿Qué ha sido de los incendios y su futura prevención? ¿Qué se va a hacer para evitar nuevas inundaciones cuyo origen radica en dichos incendios? ¿Qué se hace por crear empleo? ¿Qué se le ofrece al gallego que sigue yéndose fuera a trabajar para que vuelva? ¿Qué infraestructuras se están creando en Galicia para el futuro o se va a seguir viviendo de lo mismo, del aire? ¿Cuándo dejará de existir el caciquismo y la corrupción en la vida gallega? Todas estas cuestiones tan “poco importantes” se ven superadas en seguida por subnormalidades creadas por los engendros a los que votamos que tienen como único fin perpetuarse lo máximo posible en el poder.

Dentro de unas semanas nos sacarán otra para desviar atenciones, y si no al tiempo.