viernes, 1 de diciembre de 2006

Receta de la queimada


Como buen gallego que soy adoro uno de los productos más conocidos de mi querida tierra: la queimada. Además me vanaglorio de prepararlas muy bien.

Teniendo la oportunidad de poseer un blog como éste me gustaría compartir con vosotros el secreto para hacer una buena queimada.

Las cantidades que voy a utilizar están destinadas para unas 6 personas y el líquido resultante dará para un vaso pequeño para cada uno. Os advierto que la receta que os explico a continuación es a mi gusto, o sea, más bien dulce.

Para empezar necesitaremos un recipiente de barro cocido.

Ingredientes:

- 1 litro de orujo blanco (aguardiente blanco) preferiblemente casero. Uno comprado es muy difícil de encender.

- 150 gramos de azúcar blanco fino.

- Corteza de una naranja.

- Corteza de una manzana.

- Un puñado de granos de café.

Echamos el orujo y el azúcar en el recipiente. A mí me gusta remover el orujo cual potaje para conseguir disolver el azúcar. Tras esto echamos las cortezas de la naranja y la manzana. Si queréis tambíén podéis echar un par de trozos pequeños de la naranja y la manzana para darle un sabor más dulzón. Después echáis el puñado de café para que quede flotando. Si queréis removéis un poco para que el orujo coja el sabor de los últimos ingredientes antes de quemarlo.

Cogéis un cazo, preferiblemente de barro, y en el echáis un poco del aguardiente y algo de azúcar y con un mechero le prendéis fuego. Ya con el cazo ardiendo lo acercáis suavemente al recipiente de barro y, en la superficie del orujo, lo volcáis muy lentamente paseando la lumbre a lo largo y ancho para conseguir que prenda por todos los lados.

Ya con el aguardiente ardiendo lo removéis en círculos de manera pausada, metiendo bien el cazo. Nunca dejéis de remover porque probablemente la queimada se apague y tengáis que volver a encenderla. Para hacerlo más espectacular podéis coger algo de aguardiente y, siempre en vertical, levantarlo en aire unos 30 o 40 centímetros y volcarlo desde la altura despacio y con mucho cuidado que no salpique.

Yo aconsejo que la gente no se acerque mucho al recipiente, sólo el que la esté haciendo. Por supuesto, nada de saltar por encima. La queimada no es una hoguera de San Juan y el aguardiente está ardiendo por lo que puede provocar quemaduras graves el contacto con ella, incluso con una pequeña gota.

Partiendo de la base que el orujo es casero y de buena calidad, si no se apaga por sí mismo en unos 10 minutos es mejor que lo apaguéis dejando de remover. Si seguís más tiempo se quemará mucho más el alcohol y tampoco es plan que la queimada sepa a zumo.

Para servirla si no tenéis vasos de barro yo aconsejo vasos de plástico. No toquéis en ningún momento el recipiente de la queimada porque estará muy caliente. Servid los vasos con el cazo en partes proporcionales y a disfrutar de este bello líquido.

Nota importante: Que la gente no se coma ni las cortezas ni el café porque estarán bastante quemados y sabrán a rayos.

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